EVALUACIÓN DE PRÁCTICAS PARA LA REDUCCIÓN DE LA VULNERABILIDAD Y AUMENTO DE LA CAPACIDAD ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO EN COSTA RICA

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AUTORES[editar | editar código]

Itzayana Y. Garth Lira Estudiante posgrado CATIE, Turrialba 30501, Costa Rica [[1]]

Elías de M. Virginio Filho, Coordinador CATIE-PROCAGICA-IICA-UE, Turrialba, 30501, Costa Rica.

Guillermo Detlefsen Fernando Casanoves CATIE, Turrialba, Costa Rica.

Carlos Jones, FUNCAFOR-COOCAFE, Costa Rica.

RESUMEN[editar | editar código]

Los efectos latentes de la variabilidad climática sobre el desarrollo y productividad del café han generado incertidumbre en el sector cafetalero en Costa Rica. Ante esta problemática el consorcio COOCAFE ha impulsado un proceso de capacitación, evaluación y seguimiento a un grupo de 24 fincas asociadas, ubicadas en las provincias de Guanacaste, San José y Puntarenas. Durante este proceso se utilizó la metodología de Virginio Filho, et al (2015). La investigación tuvo como primer objetivo evaluar el impacto inicial de prácticas de reducción de vulnerabilidad y aumento de la capacidad adaptativa en fincas cafetaleras entre los meses de octubre de 2018 a febrero de 2019. Se consideró variables de influencia a nivel de vulnerabilidad y capacidad adaptativa, tales como altitud, actividades de manejo, cantidad de insumos utilizados y actividades productivas, entre otros. Como parte del segundo objetivo se realizó un contraste de fincas, comparando fincas en las cuales se han aplicado las prácticas recomendadas durante el proceso de evaluación con fincas que no han aplicado estas prácticas. Para el análisis estadístico se utilizaron tablas de contingencia y la prueba no paramétrica de Wilcoxon (Man-Whithey U). Los resultados preliminares de la evaluación del 2018 ubicaron al 58.3% de los productores en la categoría regular; 29.1% en la categoría medianamente crítica, 4.1% en la categoría crítica y 8.3% en la categoría moderada. Igualmente, en la evaluación preliminar realizada al inicio de 2019 se encontró un 50% de las fincas con avances regulares en la implementación de prácticas, un 29.2% con buen avance y un 20.8% sin avances significativos. En cuanto a las principales limitantes se mencionó la falta de apoyo técnico y de seguimiento por parte de las entidades gubernamentales, la fluctuación y los bajos precios del café y la falta de recursos económicos para implementar buenas prácticas productivas y de adaptabilidad.

I. INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES[editar | editar código]

En Costa Rica la producción cafetalera depende de miles de pequeños productores, los cuales aportan aproximadamente el 42% de la producción Nacional (ICAFE, 2014, citado por IICA, 2017). Los pequeños productores de café están siendo afectados por las pérdidas productivas-económicas por efecto de la vulnerabilidad y exposición que experimentan ante el cambio climático y la poca o lenta capacidad de adaptación. Un claro ejemplo de esto fue la epidemia de la roya del café (Hemileia vastatrix) que en Centroamérica causó gran impacto a partir del 2012 y ocasionó grandes pérdidas de producción (IICA, 2017). Camargo (2010) menciona en su estudio “El impacto de variabilidad climática y cambio climático sobre el cultivo de café en Brasil”, que la variabilidad climática es uno de los principales factores que afecta el rendimiento y la producción del café, ya que las condiciones ambientales están ligadas estrechamente al desarrollo y crecimiento de las plantas a lo largo de su ciclo de vida.

Como respuesta a la exposición y vulnerabilidad de fincas cafetaleras en los países centroamericanos surgió el “Programa Regional de Cambio Climático (PRCC)”, como iniciativa de cooperación de la agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) e implementado por CATIE. Esta iniciativa fue ejecutada en seis países centroamericanos, entre ellos Costa Rica. El equipo de expertos del PRCC en el 2016 desarrolló manuales técnicos de apoyo para reducir la vulnerabilidad de fincas cafetaleras en Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica (CATIE, 2016). Para Nicaragua y Costa Rica, además del PRCC, el proyecto CATIE-IICA-PROCAGICA financiado por la Unión Europea apoyó la elaboración de los manuales de referencia y la implementación de las estrategias. Dentro del marco de estos manuales se elaboró una herramienta que permite evaluar la vulnerabilidad y capacidad adaptativa de unidades productivas de café ante el cambio climático.

A partir de los cambios experimentados en el clima de las regiones productoras de café de Costa Rica, y en particular en las áreas de influencia de las cooperativas del consorcio COOCAFE, la Fun- dación Café Forestal con el apoyo de FUNDECOOPERACIÓN-FONDO DE ADAPTACIÓN, ha impulsado el proceso de reducción de la vulnerabilidad y aumento de capacidad adaptativa de la producción de café ante el cambio climático (Virginio Filho, 2018). Se desarrolló un proceso de capacitación y evaluación de la exposición de los impactos y del potencial de adaptación en 24 fincas pertenecientes a cooperativas socias de COOCAFE. En este proceso se utilizó el enfoque, métodos y herramientas desarrolladas por Virginio Filho, et al (2015). El presente trabajo de investigación evaluó el impacto inicial de prácticas de reducción de vulnerabilidad y aumento de la capacidad adaptativa en fincas cafetaleras de cooperativas del consorcio COOCAFE. Este se llevó a cabo mediante la identificación de factores de influencia a nivel de vulnerabilidad y capacidad adaptativa de las fincas cafetaleras, tales como: altitud, actividades de manejo, cantidad de insumos utilizados y actividades productivas, entre otros.

Se realizó un contraste de fincas pares, con el objetivo de comparar fincas en las cuales se han aplicado las prácticas recomendadas durante el proceso de análisis de vulnerabilidad y capacidad adaptativa de unidades productivas y fincas que no han aplicado estas prácticas, tomando en cuenta factores de sanidad y productividad. Se identificaron los principales factores limitantes de la herramienta y la utilidad de la misma desde la perspectiva de los productores, técnicos y gerentes de cooperativas como método de evaluación de vulnerabilidad y capacidad adaptativa de las fincas.

II. OBJETIVOS[editar | editar código]

2.1. Objetivo general[editar | editar código]
  1. Evaluar el impacto a corto plazo de prácticas de reducción de la vulnerabilidad y aumento de la capacidad adaptativa ante el cambio climático de fincas cafetaleras pertenecientes a cooperativas del consorcio COOCAFE en Costa Rica.
2.2. Objetivos específicos[editar | editar código]
  1. Identificar los factores de mayor influencia a nivel de vulnerabilidad y capacidad adaptativa de fincas cafetaleras del consorcio COOCAFE con base en la información recopilada en la aplicación de la herramienta de diagnóstico de vulnerabilidad y capacidad adaptativa.
  2. Contrastar fincas cafetaleras que han implementado prácticas recomendadas durante el proyecto impulsado por COOCAFE con fincas que no las han aplicado.
  3. Identificar los principales factores limitantes que impiden a los caficultores implementar las prácticas de adaptación definidas durante proceso de evaluación de vulnerabilidad y capacidad adaptativa.

III. MATERIALES Y MÉTODOS[editar | editar código]

El presente trabajo se realizó en los cantones Hoja Ancha, Nicoya Nandayure, Tilarán y Abangares en la región norte; Montes de Oro, Puntarenas y Coto Brus en la región cafetalera de Puntarenas; San Carlos y Sarapiquí en la región de Alajuela, y León Cortez en la región cafetalera de San José. Las cooperativas a las que están asociados los productores evaluados están ubicadas en los cantones de Nandayure (COPECERROAZUL), Nicoya y Hojancha (COPEPILANGOSTA), Tilarán (COOPEELDOS), Montes de Oro (COPEMIRAMONTES), Los Santos (COPELLANOBONITO), Coto Brus (COPESABA- LITO) y San Carlos (COPESARAPIQUI). Este estudio se llevó acabo entre los meses de octubre del 2018 a febrero del 2019.

En total se evalúo a 38 productores con la herramienta de vulnerabilidad y capacidad adaptativa. En promedio las fincas visitadas se encuentran a 953 msnm (con mínimos de 392 y máximos de 1,700 msnm) y en cuanto al área del cafetal la media fue de 3.9 ha (con mínimos de 0.15 y máximos de 20 ha). Para la selección de fincas las cooperativas elaboraron una lista preliminar que cumplieran los criterios para ser fincas de referencia. Los criterios tomados en cuenta fueron haber participado en capacitaciones previas y estar dispuestos a apoyar procesos de capacitación y seguimiento. Esta evaluación inicial fue aplicada en las 24 fincas de referencia (Virginio, 2018), utilizando la evaluación de vulnerabilidad y adaptabilidad ante el cambio climático en unidades productivas cafetaleras, la cual consta de 25 preguntas (seis preguntas de exposición, seis preguntas de impacto y doce preguntas de capacidad adaptativa).

Con el fin de determinar si las variables como las actividades de manejo realizadas en el ciclo anual del café, cantidad de insumos utilizados en el manejo del café, principales actividades productivas y producción por hectárea de los últimos dos años influyen de manera significativa sobre las categorías en la que fueron ubicadas las fincas estudiadas. La información fue obtenida por medio de entrevistas a los 38 productores utilizando formatos desarrollados por Virginio Filho (2009).

El segundo objetivo consistió en comprobar si existe un efecto de la participación del proyecto (capacitaciones, facilitación de materiales y herramientas y seguimiento técnico) sobre las prácticas recomendadas y desarrolladas por los productores en comparación con un grupo de productores no participantes del proyecto. La muestra fue conformada por 38 fincas (24 fincas que estaban aplicando prácticas y 14 fincas que no las aplicaban). Los criterios de clasificación para las fincas pares a analizar fueron: cercanía (fincas ubicadas dentro del mismo cantón), edad de la plantación (edad de parcelas de café en promedios similares), tamaño de la plantación (de <1-2.5 ha plantación pequeña, 3-5 ha plantación mediana y > 6 ha plantación grande) e importancia económica (cafetal como fuente principal de ingresos). Adicionalmente se realizó un diagnóstico de enfermedades, insectos y reguladores naturales del café. Para esto se tomó una hectárea de muestra, de la cual se tomaron cuatro submuestras cada una de diez plantas. De cada planta se seleccionan tres bandolas (una en la parte de arriba, una central y una de la base) y se realizó un conteo de hojas enfermas, número de hojas totales, frutos totales, frutos con broca (Hypothenemus hampei), frutos con Beauveria y nudos totales.

La información obtenida fue analizada por medio del programa InfoStat versión profesional 2017. En el análisis estadístico se utilizó estadística descriptiva como lo son tablas de frecuencia, medias de resumen y tablas de contingencia. De forma gráfica se utilizaron análisis de correspondencia (gráfico biplot). De igual manera se realizó la prueba no paramétrica basada en los rangos de las observaciones originales Willcoxon (Man-Whitney U), la cual permite probar la hipótesis que dos muestras aleatorias independientes provienen de la misma población (Balzarini, et al, 2008). El nivel de significancia utilizado fue de 10% (p valor = 0.1).

El tercer objetivo fue alcanzado mediante el uso de un sondeo corto de preguntas abiertas a 24 productores sobre las limitantes que pueden dificultar o impedir la implementación de las prácticas promovidas, haciendo una recopilación de información y agrupando las respuestas más frecuentes. De esta manera se identificaron las limitantes más frecuentes.

IV. RESULTADOS[editar | editar código]

Los 38 cafetales visitados se distribuyeron en cuatro categorías: variabilidad y capacidad adaptativa crítica (VCAC), variabilidad y capacidad adaptativa medianamente crítica (VCAMC), variabilidad y capacidad adaptativa moderada (VCAM) y vulnerabilidad y capacidad adaptativa regular (VCAR). Las unidades productivas cafetaleras se ordenaron de la siguiente forma: cuatro fincas fueron ubicadas en VCAC (10.5%), cuatro en VCAM (10.5%), ocho en VCAMC (21%) y 22 fincas en categoría VCAR (57.8%). Los resultados anteriores se obtuvieron por medio de tablas de frecuencia.

Se utilizaron tablas de contingencia para determinar qué variables están relacionadas con el nivel o categoría de vulnerabilidad en las cuales fueron clasificadas las fincas. Las variables de exposición no mostraron dependencia con respecto a la categoría de los cafetales (p= 0.204). Para las variables de impacto tres mostraron relación con respecto a la variable categoría (Figura 1), estas fueron suelos con presencia o señales de erosión (EroSuelo, p=0.0228), incremento de caída de flores y frutos (CaidaFlFr p=0.0445) y disminución de la producción de café (Prod p=0.0182).

Figura 1.

Análisis de correspondencia de variables de impacto con respecto a cada categoría.


Las variables de capacidad adaptativas que se encontraron relacionadas a la categoría de las fincas fueron suelos con cobertura de hierbas y hojarasca (CobSuelo p=0.0051), fuentes de agua con cobertura forestal (FAguaCob p=0.0014) y estar vinculado a procesos organizativos sobre mitigación y adaptación ante el cambio climático (OrgMitAdap p=0.0336) (Figura 2).

Figura 2.

Análisis de correspondencia de variables de capacidad adaptativa con respecto a cada categoría.


Para determinar si las variables medidas durante la evaluación presentaban una relación con la categoría de vulnerabilidad y capacidad adaptativa en que se encuentran las fincas se utilizaron tablas de contingencia para variables categorizadas (Figura 3). Las variables procesadas fueron producción de fanegas/ ha, costos/ha, ingresos/ha, área de la finca, altitud, participación del proyecto “Caficultura ante el cambio climático”, actividades de manejo, actividades productivas y actividades de consumo. Las variables cantidad de insumos (p valor = 0.03) y costos/ ha (p valor = 0.06) mostraron una relación significativa con respecto a las categorías de vulnerabilidad y capacidad adaptativa de las fincas.

Figura 3.

Análisis de correspondencia para las variables categoría de vulnerabilidad y capacidad adaptativa y cantidad de insumos utilizados y costos por hectárea


La participación del proyecto “Impulsando la adaptación en fincas cafetaleras de las cooperativas del consorcio COOCAFE” incluía procesos de capacitación con productores y técnicos, facilitación de materiales y equipos necesarios para el cumplimiento de las prácticas recomendadas. En la Figura 4 se puede observar que los productores participantes del proyecto están realizando dos o más prácticas (p valor= 0.004), mientras que los productores que no participaron cuentan con al menos una práctica en proceso (p valor= 0.001).

Figura 4.

Análisis de correspondencia para la variable implementación de prácticas y practicas en proceso.


Al determinar si las variables medidas demostraron diferencias significativas se realizó una prueba T (Cuadro 1) para variables independientes de las cuales dos variables mostraron significancia: Frutos con broca (p valor=0.06) y frutos con broca y Beauveria (p valor=0.01). Ambos encontraron valores más altos en fincas donde existen una o más prácticas en proceso (no participantes del proyecto).

Cuadro 1.

Prueba T para muestras independientes para las variables de participación de frutos con broca y frutos con broca y Beauveria.


Considerando la práctica de introducción de variedades mejoradas se realizó un análisis de conglomerados para determinar si existe relación entre la ausencia o presencia de las mismas (Figura 5). Dando como resultado las variables categóricas de mancha de hierro, Simplicillium, nudos productivos minador de la hoja, mycodiplosis en roya y la producción fanega/ha 2017-2018.

En cuanto a las principales limitantes se mencionó la necesidad de apoyo técnico y equipo (he- rramientas) para realizar las prácticas con un 29.16%; los bajos precios del café en un 25%, ya que los encarecidos costos de producción limitan la inversión de recursos económicos en estas prácticas. La falta de recursos económicos fue la tercera mayor limitante con un 20.8%, seguida de la disposición del productor 16%.

Figura 5.

Análisis de correspondencia para las variables de variedades resistentes, variedades susceptibles y variables relacionadas a estas.

V. DISCUSIÓN[editar | editar código]

En las tablas de contingencia no se encontró una relación significativa entre las categorías en las que se clasificaron las fincas y las variables de exposición. Para las variables de impacto (sensibilidad+ exposición) se encontró relación entre las variables erosión de suelos, caída de flores y frutos y disminución de la producción. Por lo cual productores que no percibieron impactos negativos de las variables mencionadas anteriormente se encuentran ubicados en categorías moderada y regular, en comparación con los productores que sí percibieron cambios negativos y se encuentran en categorías medianamente crítica y crítica. Canet, et al. (2016) hace mención del aporte de materia orgánica proveniente de los árboles de servicio, que contribuye al mantenimiento de la humedad y de la fertilidad del suelo. La chapia (corte con machete) controla la erosión del suelo en cafetales ubicados en pendientes y el uso de herbicidas incrementa la erosión del suelo y disminuye la productividad a largo plazo (Geissert, et al. 2017). El exceso de lluvia en la floración según la percepción de los productores afecta significativamente la cosecha del año, por lo tanto, en los años donde ocurre este fenómeno, se han dado bajas significativas en el rendimiento. De igual manera los períodos de sequía en el inicio de la floración y formación del grano en zonas secas, genera estrés hídrico y en ocasiones aborto de flores y frutos (Lara, 2011; CEPAL, 2014; Canet, et al, 2016).

En el caso de las variables de capacidad adaptativa, tres de ellas fueron significativas con respecto a la variable categoría de la finca. Estas variables fueron: suelos con cobertura de hierbas y hojarasca, fuentes de agua con cobertura forestal y estar vinculado a procesos organizativos sobre mitigación y adaptación ante el cambio climático. Los valores positivos de las variables mencionadas anteriormente cuentan con mayor cercanía a la categoría regular, mientras que los valores medios y negativos tuvieron mayor proximidad a categorías medianamente críticas y críticas. Geissert, et al (2017) explica que para mantener una buena cobertura de suelo es necesario el uso de árboles de servicio fijadores de nitrógeno, mantener una cobertura de arvenses y hojarascas provenientes de los árboles en el cafetal. Viguera, et al (2017) habla de la importancia de implementar prácticas de conservación de suelos por erosión, promover la labranza mínima y labranza cero. Entre las activi- dades de captura o secuestro de carbono también se recomiendan prácticas de establecimiento de sistemas agroforestales o silvopastoriles y la conservación de áreas de bosque natural y bosques riparios dentro de la finca. Las instituciones también juegan un papel importante en los procesos de adaptación ya que políticas, programas de gobierno, incentivos y subsidios, entre otros, son formas de apoyo para el productor en el proceso de adaptación ante el cambio climático (Viguera, et al, 2017).

De las variables que se tomaron en cuenta para evaluar su relación con la categoría de vulnerabilidad y capacidad adaptativa, cantidad de insumos y costos de producción/ha presentaron relación de las 11 estudiadas. La cantidad de insumos media es asociada a las categorías moderada y mediana- mente crítica y la cantidad de insumos alta cuenta con mayor cercanía a categorías de vulnerabilidad regular. Costos por hectáreas con clasificaciones bajas se aproximan a categorías medianamente crítica y crítica. Los costos medios se encontraron cerca a la categoría regular y los altos costos de producción se encontraron cercanos a categorías moderadas y regular. La combinación de aplicación de abono orgánico y abono sintético, más buenas prácticas agrícolas son actividades de mitigación ante el cambio climático. Viguera, et al (2017) coincide con lo anterior y destaca que la eficiencia en el uso de fertilizantes y otros agroquímicos, planificar la aplicación de fertilizantes con base en la predicción del tiempo, promover el uso de abonos orgánicos y establecimiento de cultivos leguminosas para fijar nitrógeno son prácticas necesarias.

Los productores participantes del proyecto (Figura 4) ya cuentan con prácticas implementadas y una o ninguna actividad adaptativa en proceso, mientras que los productores no participantes cuentan con una o ninguna actividad en proceso. Las prácticas recomendadas fueron manejo de sombra (uso de podadora telescópica), introducción de lotes de variedades mejoradas, sistema de cosecha de agua, producción de abonos y fertilizantes orgánicos, construcción de aboneras, siembra de árboles y manejo de malezas con moto-guadaña. Sin embargo, también son necesarias prácticas sociales como capacitación y extensionismo, organización social y solicitud de ayuda a instituciones (Viguera, et al, 2017).

Las variables que mostraron significancia fueron: frutos con broca (p valor=0.06) y frutos con broca y Beauveria (p valor=0.01). Ambos encontraron valores más altos en fincas donde existen una o más prácticas en proceso (no participantes del proyecto). La broca desarrolla su ciclo de vida dentro del grano del café. La hembra es causante de nuevas infestaciones en el cafetal, ya que penetra los granos en diferentes estados de formación (IHCAFE, 2012). Tomando en cuenta que en general los productores cuentan con variedades susceptibles de mayor edad y en diferentes etapas de desarrollo, en comparación con lotes de variedades relativamente más jóvenes (p valor=0.08), son comprensibles este tipo de resultados.

Considerando la práctica de introducción de variedades mejoradas de gran importancia se realizó un análisis de conglomerados para determinar si existe relación entre la ausencia o presencia de variedades mejoradas. Dando como resultado que las variables categóricas de mancha de hierro, Simplicillium, nudos productivos minador de la hoja, Mycodiplosis en roya y la producción fanega/ ha 2017-2018, como significativas. Turbay, et al (2014) describe cómo los caficultores de Colombia están renovando sus cafetales con una variedad llamada Castillo, desarrollada por CENICAFE, esta es de gran ayuda en zonas de alta precipitación. Una de las variedades más recomendadas a este grupo de productores fue Obata, la cual según el ICAFE (2016) cuenta con excelente calidad de tasa y resistente a roya. ANACAFE (2016) afirma que el potencial genético contribuye a la productividad de una plantación, puesto que de acuerdo con la región y el clima de origen se desarrollan diferentes tipos de cafeto, con diferentes características genéticas: porte, forma, tamaño y color del fruto, resistencia a enfermedades, tolerancia a plagas, calidad de la taza, entre otras.

Donatti, et al (2019) hace referencia a las políticas empleadas por los gobiernos dirigidas a los pequeños productores para la adaptación al cambio climático. Sus resultados demostraron la existencia de una brecha de información, la cual puede estar impidiendo el desarrollo de acciones de adaptación. Para acortar esta brecha sugieren identificar quiénes son los productores más vulnerables, cuáles son los efectos del clima sobre estos productores, y cuál es la efectividad de costos y beneficios de las medidas de adaptación recomendadas, y de esa manera establecer los programas de financiamiento. En cuanto a las principales limitantes mencionan la necesidad de apoyo técnico y equipo (herramientas) para realizar las prácticas. Además, el acceso de información que tiene el productor, con un bajo precio del café para lo cual es necesario diversificar las actividades productivas y los medios de comercialización. La falta de recursos económicos fue la tercera mayor limitante y por ello es necesaria la financiación para actividades de capacidad adaptativa.

VI. CONCLUSIONES[editar | editar código]

Las 38 fincas estudiadas fueron clasificadas en cuatro categorías: medianamente crítica, crítica, moderada y regular, siendo esta última la encontrada con mayor frecuencia. Para este estudio las variables de impacto, suelos con presencia o señales de erosión, incremento de caída de flores y frutos, y disminución de la producción de café mostraron relación con respecto a la variable de categoría de vulnerabilidad y capacidad adaptativa. Las variables de capacidad adaptativas que se encontraron relacionadas a la categoría de las fincas fueron suelos con cobertura de hierbas y hojarasca, fuentes de agua con cobertura forestal y estar vinculado a procesos organizativos sobre mitigación y adaptación ante el cambio climático. Las variables de influencia identificadas fueron la cantidad de insumos y los costos de producción por hectárea.

Se encontró que los productores que participaron en el proyecto impulsado por COOCAFE, realizan más acciones de adaptación en comparación con productores no participantes. Se distinguieron resultados interesantes sobre la relación de variedades resistentes y variables productivas y de sanidad. Se pudo identificar que en el caso de presencia de variedades resistentes y ausencia de variedades susceptibles se encuentran relacionadas variables de producción media y mayor porcentaje de nudos productivos.

Como principales limitantes se identificó en primer lugar la necesidad de apoyo técnico y equipo (herramientas) para efectuar las prácticas. En segundo lugar, los bajos precios del café y los encarecidos costos de producción, los cuales limitan la inversión de recursos económicos en estas prácticas. La falta de recursos económicos fue la tercer mayor limitante y finalmente la disposición del productor.

VII. RECOMENDACIONES[editar | editar código]

  1. Contrarrestar con información climatológica las respuestas obtenidas para las variables de exposición a fin de complementar la información brindada por los productores.
  2. Contemplar estas fincas de referencia para posibles ensayos de validación de prácticas de capacidad adaptativa y productividad de variedades mejoradas como lo es Obatá.
  3. Dar seguimiento a mediano y largo plazo mediante una nueva aplicación de la herramienta y de esta manera evaluar si hay cambios significativos de las prácticas recomendadas sobre el nivel de vulnerabilidad y capacidad adaptativa donde se encuentran las fincas.

VIII. BIBLIOGRAFÍA[editar | editar código]

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